Contra la equidistancia. Israel y Palestina: la dialéctica del colonizador y el colonizado

Roberto Mérida Fernández, Castilleja de la Cuesta (Sevilla)

El conflicto entre Israel y Gaza no es un conflicto entre dos partes iguales. Israel es una potencial militar superpoblada, superurbanizada y superindustrializada, que además recibe sofisticado armamento de última tecnología de la principal potencia imperialista del mundo, EE.UU., y adicionalmente de otras potencias subsidiarias de ésta, como algunos países de la Unión Europea. Por otra parte, Gaza / Palestina, es una población que, a pesar de ser la original del territorio, durante décadas ha sido gradualmente desplazada y atomizada hasta ocupar una porción residual y marginal del antiguo territorio de Palestina. Esto ha permitido al Estado de Israel construirse como Estado artificial militarizado y superpoblado en la zona, una de las zonas más estratégicas para el comercio del mundo y ricas en petróleo. Esto permite a las potencias imperiales que a cada paso asisten y arman a Israel contar con un aliado incondicional que les sirva de pie de puente para acceder al control del territorio y respaldar a los regímenes militares y monarquías conservadoras títeres, como Egipto y Jordania, respectivamente, y monarquías absolutistas del golfo (principales exportadores de petróleo), vinculados todos ellos a distintas oligarquías árabes de la zona y aliados tanto de Israel como de EE.UU. y la U.E.

Israel, un estado criminal y fascista

Ali Suleimān Rashīd, Presidente de ASECOP, La República - España

En las últimas semanas hemos y estamos viviendo la escalada militar sin precedentes del ejército de Israel contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza. La agresión que representa la violación sistemática de los Derechos Humanos y de todos los Convenios Internacionales, de Ginebra y Naciones Unidas, además representa claramente la actitud genocida contra el pueblo palestino, que está sufriendo un holocausto organizado desde hace 60 años dentro del marco del proyecto del sionismo.

En las últimas semanas hemos y estamos viviendo la escalada militar sin precedentes del ejército de Israel contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza.

La agresión que representa la violación sistemática de los Derechos Humanos y de todos los Convenios Internacionales, de Ginebra y Naciones Unidas, además representa claramente la actitud genocida contra el pueblo palestino, que está sufriendo un holocausto organizado desde hace 60 años dentro del marco del proyecto del sionismo que pretende acabar con la causa palestina, con el derecho del pueblo palestino y con el pueblo palestino.

Por la universalización del derecho a la vivienda

Manuel de la Huerta Sánchez, Barcelona.

Los ayuntamientos crearon unas mesas de viviendas, y se les llama así porque en ella se sientan los de obra social, los afectados por la hipoteca, los de Cáritas y la Cruz Roja para impulsar una estrategia conjunta para facilitar soluciones al problema del acceso a la vivienda y a los desahucios. Se hicieron mociones para multar a los bancos que tuvieran mas de 6 meses viviendas desocupadas. Están negociando con varias entidades bancarias si les ceden pisos a los ayuntamientos pero pienso que todo esto es una estrategia de cara a las próximas elecciones municipales, puesto que todas las mociones aprobadas para multar a los bancos y grandes inmobiliarias a fecha de hoy no se ha efectuado ninguna sanción ni multa ni queja a ningún banco. Se siguen cometiendo desahucios como el que hemos vivido hoy con Sonia, una madre con un hijo de corta edad separada por culpa de la crisis.

 El articulo 47 de la constitución lo dice muy claro: tenemos derecho a una vivienda digna y son los poderes como los ayuntamientos los que se tienen que preocupar de sus habitantes, por lo tanto, si en las próximas elecciones seguimos votando a los mismo que están gobernando, seremos cómplices de estas atrocidades. 

Si España fuese una República, al igual que era en los 30, cuando la vivienda era un derecho intocable el cual se perdió con la dictadura, todos esos derechos serian reconocidos y los ayuntamientos se verían obligados a cumplir las mociones aprobadas en los plenos.

Participar en las elecciones burguesas

Roberto Mérida Fernández, Sevilla

La "democracia" capitalista es una máscara, una máscara que usa el sistema para legitimarse por medios más sutiles, en la que los poderosos nos dejan a los obreros el único derecho y poder de elegir cada cuatro años a nuestros tiranos: elegir qué parte de la clase capitalista se dedicará a legislar, a explotarnos y reprimirnos desde el parlamento y desde un consejo de ministros. El objetivo de los obreros, ante tal estado de cosas, es, en primera instancia: derrocar ese régimen, que utiliza la clase capitalista como árbitro para la defensa colectiva de sus intereses: ¿cómo? Sustituyendo la Democracia capitalista por una Democracia obrera, donde nuestra capacidad de participación en la toma de decisiones políticas sea total, y no se reduzca a depositar en una urna una papeleta cada cuatro años. ¿Significa eso que mientras logramos derrocar o no el Estado capitalista y su régimen parlamentario (mal llamado democracia) no debemos aprovechar las posibilidades que nos dan las urnas, la "democracia" capitalista, el parlamentarismo burgués, para darnos a conocer y sembrar contradicciones en el enemigo, exponiendo al desnudo las contradicciones del régimen desde sus mismos parlamentos? Definitivamente sí: toda posibilidad de aspirar a cargos representativos y cuotas de poder dentro del régimen de Democracia capitalista de los burgueses debe ser aprovechado por los obreros como una forma de ir acumulando fuerzas, de denunciar y exponer las injusticias y contradicciones en el altavoz mediático que nos brinda el parlamento, las campañas electorales y los medios, y de ir dando a conocer las posiciones favorables a subvertirlo.