miércoles, 28 de mayo de 2014

Fuertes disturbios recorren las inmediaciones del barrio de Sants, Barcelona

Ciudadanos y activistas tratan de impedir el desalojo del Centro Social Autogestionado de Can Vies, en medio de duros ataques por parte de la policía

Manuel de la Huerta Sánchez, Sants, Barcelona
Roberto Mérida Fernández, Sevilla

Hoy, las fuerzas policiales han irrumpido de nuevo en uno de los edificios abandonados más renombrados de Sants, reconvertido en casa cultural y de teatro, el Centro Social Autogestionado Can Vies, desde donde se imprimía y emitía con asiduidad la publicación semanal Semanari la Directa. Así, en estos momentos, varias dotaciones de cuerpos antidisturbios de los Mossos d'Esquadra, irrumpen en el vecindario. Pretenden desalojar la zona, comenzando por este tipo de edificios simbólicos, para luego ir extendiéndose a otras casas y pisos ocupados del barrio por parte de los desahuciados, bajo la coordinación de la PAH. Al tiempo, vecinos de todo el barrio asoman por balcones y ventanas, al tiempo que tocan bocinas y gritan, exigiendo la salida inmediata de su barrio del cuerpo de Mossos d'Esquadra. Varios barrios de las inmediaciones, en Barcelona, tales como Al Clot, se han adherido ya a las acciones de protesta.


Hace ya un año que otro edificio en Poble Nou, fue desalojado y arrasado por la fuerza por los cuerpos represivos. Asimismo, todo un bloque de edificios anteriormente ocupado y redistribuidos por la PAH, sus alojamientos a varios desahuciados, fue desocupado por la acción de la brutal fuerza coercitiva ejercida por la policía, con una acción masiva de resistencia por parte de activistas que acudieron de toda España a evitar el desarraigo de los inquilinos, que serían arrojados a la calle. Lleva desde aquel entonces este bloque sumido en el más absoluto vacío y abandono, mientras un dúo de agentes de seguridad privada es destinado cada día a vigilar la zona y evitar que accedan, a sus habitáculos vacíos, aquellos que lo necesitan. Es así como este régimen capitalista del moribundo oligopartidismo en crisis, defiende y salvaguarda su dogmático principio de la propiedad privada, aquella que no es más que un privilegio en manos de unos pocos propietarios, que niegan el derecho a dicha propiedad a la amplia mayoría de la población que no tiene recursos económicos para pagarla.

Mientras hablamos, el barrio de Sants se halla en llamas, al tiempo que 10 nuevas dotaciones de cuerpos antidisturbios se dirigen al lugar de los acontecimientos, con intenciones nada halagüeñas. El barrio es recorrido por acciones de resistencia y protesta de ciudadanis y activistas que se enfrentan con dignidad a la brutalidad de los cuerpos de policía. Fuertes disturbios sacuden la zona, ocasionados por la arremetida de la policía, bajo mandato del alcalde de CiU, frente a unos ciudadanos y activistas indignados que resisten en batalla campal en un claro ejemplo de dignidad y orgullo, frente a la fuerza avasalladora de la entidad represiva, que pretenden irrumpir y arremeter con máquinas excavadoras a fin de demoler la zona y hacer de toda resistencia un acto futil, impidiendo la continuidad de la misma, y haciendo que sea fallida. Al tiempo, ocasionan estragos, ejerciendo la violencia sin limitación contra individuos de todas las edades, ancianos y niños, varios de los cuales se hallan heridos y bajo observación médica en el hospital clínico. Según uno de los informes, se teme que uno de los agredidos pierda parte del pabellón auricular izquierdo, debido a la golpiza recibida. En estos momentos, mensajes de denuncia y solidaridad recorren las redes sociales, informando de lo acontecido.

Tales acontecimientos de represión y brutalidad física por parte de los efectivos policiales, han sido complementados con una labor vergonzosa y rastrera de represión simbólica, por medio de tácticas de desinformación e intoxicación mediática ejercida por la cadena de televisión autonómica Tele 3, que se ha dedicado a difundir información falseada sobre el comportamiento de los inquilinos y usuarios que, según afirman, se dedican a esparcir heces fecales, orines y vómitos, a pie de calle, utilizando imágenes falsas extraídas de individuos que no pertenecen a dicha zona. Semejantes hechos han valido el encono y rabia por parte de los ciudadanos que, en el curso de su acción de resistencia frente a las arremetidas policiales, han llegado a incinerar una de las unidades móviles de este medio de televisión, mientras se desplazaba, para ejercer su labor de represión simbólica, por medio de la intoxicación medática, en el lugar de lo sucedido.

En vistas de su último éxito, y su voluntad de vinculación y organización con el pueblo, algunos activistas de la PAH dirigen a título propio el siguiente llamado a la organización Podemos, solicitando que ésta se implique de lleno en este problema y comience a aplicar uno de los primeros puntos de su programa: que aquellas viviendas que permanezcan vacías por espacio de más de un año, sean expropiadas, a efectos inmediatos, y puestas a disposición del pueblo, para su redistribución y adjudicación a aquellas familias, carentes de techo, que las necesiten.


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